Hoy cumple un añito nuestra peque. Una rubia peligrosa que vino para quedarse y darnos alegria en este último año
Una revolucionaria, una sinvergüenza y una mimosa de mucho cuidado.
Recuerdo cuando tu mamá humana nos decía que te quedabas solita, que no participabas en los juegos con tus padres y hermanos, que parecías tristona. Yo creo que te estabas reservando para compartir tu alegría con Zyra y con nosotros.
Hemos vivido muchas cosas, unas buenas y otras regulares. Incluso con el dolor y la posterior operación no has perdido la alegría y las ganas de jugar. Sigues sin parar quieta, se te olvida hasta hacer pis cuando ves a gente o a otros perritos por la calle, porque los tienes que saludar.
Ni una queja, ni un mal gesto cuando ha habido que curarte, quizá porque has visto cómo curamos a Zyra y a veces hasta vienes a buscar que te pongamos insulina a ti también.
Hace un rato repasaba el porrón de fotos de este año y esos momentos que hemos vivido y en muchas hay una sonrisa detrás. Esos lazos que te duran solo para las fotos, la mesa de cristal del chache en la que te gusta dormir, tu forma de embelesarte mirando el mar, las gafitas de perrito piloto en las sesiones de laser, cuando vienes a trabajar o compartes con la tata el carrito cuando salimos a comer.
Hay muchos momentos de esos que han dejado poso que hoy celebraremos de esa forma tan natural como es el día a día y brindaremos por seguir sumando momentos y recuerdos todos juntos.
Felicidades Sol