lunes, 13 de octubre de 2025

La Felicidad en una Boda de Primos (Gracias Ainhoa y Alejandro)



Antes que nada. un especial agradecimiento a Sofía y Raúl, que nos hicieron el inmenso favor de quedarse con Zyra y Sol. Es lo que normalmente conocemos como la familia que elegimos, por afinidad, porque siempre están, porque te echan un cable cuando lo necesitas. Y a Boira y Montevideo, esos estupendos anfitriones, que compartieron casa y juguetes. Os queremos





Existen las bodas que son un compromiso, las que conceptuamos como una multa: traje, regalo, desplazamiento, etc. Todos creo que entendéis el concepto. Pero, también sabéis que existen esas bodas a las que te apetece muchísimo ir, es otro nivel. Te da igual todo lo material, porque hay muchas cosas importantes en ese día, reencuentros, celebrar con los tuyos, achuchones sentidos, cero postureo y mucha complicidad.


Los primos, siempre hemos andado un poco despendolados, si algo nos caracteriza es que somos unos descastados, poco pamplinosos y más bien despegados. Los que vivimos aquí, nos vemos más, pero al final todos llevamos nuestra vida de prisas y nuestros temas cotidianos. Retomamos el contacto gracias a Ana y a Geles, cuando el Covid, que se ocuparon un poco más de moverlo. En aquellas fechas ociosas tuvimos más actividad, luego se ha convertido en un grupo de esos nada pesado y tranquilo, que en momentos importantes hemos estado, que al final es lo más importante.



Si hay un nexo de unión entre los primos es porque hay dos personas que significan mucho en nuestra vida, la tía Mariló y el tío Virgilio. Me encantó verlos felices también, con esa lagrimilla fácil que tenemos en la familia a flor de piel, en los besos, los achuchones o las fotos. 


Son ese remanso de paz donde descansábamos nuestros problemas, una puerta abierta, un hogar, quizá era nuestro grupo de “whatsapp” cuando éramos más jóvenes, o mucho más que eso para sus sobrinos y sus hijos. El haber cuidado del abuelo en su casa, la convertía en esa especie fonda “el sopapo” donde todos los sobrinos acabábamos, veíamos al abuelo, pero en realidad buscábamos la calidez de la casa de la tía.

Este sábado se nos casó el chiquitín. Ver a Ainhoa y a Alejandro, con sus hijos, con una sonrisa de oreja a oreja, mientras les casaba el padre Willy, todo un personaje, presagiaba un gran día de celebración.

Y así fue, unas cervecitas al salir de la iglesia, un Cigarral, muy bonito para la celebración, todo muy natural, todos muy juntos, mucho corrillo, mucha complicidad. El día fue una extensión de esa sonrisa que tenía Alex cuando estaba en la iglesia. Un día amable, de esos que te recarga las pilas, que te da subidón (No fue por el Tequila, ese neuralizador que nos trajo Geles, o a lo mejor un poco sí, jajajaja)


Alguien nos faltó, pues sí, pero dentro de la naturalidad lo asumimos como algo normal, fue quien pudo y quiso ir, ya está, claro que les echamos de menos, pero no pasa nada. Somos como esos jardineros que dicen lo de “seamos felices mientras podamos”, hay que vivir el momento y ya está.


Nos hicimos alguna promesa de vernos más. Tenemos un viaje a Ibiza pendiente Paloma y yo, a pasar unos días allí con Geles y Manolo que hemos ido posponiendo demasiado, no tenemos vergüenza. Tenemos claro todos, que debemos juntarnos en más momentos, y que nuestros hijos tengan más contacto entre ellos. Me encantó ver, cómo a pesar de la distancia y el tiempo, la complicidad que tenían Rebeca y Ferpi.



Muchas gracias a Ainhoa y a Alejandro por el día que pasamos, creo que os vais a tener que casar más veces, jajajajajaja. 

2 comentarios:

  1. Gracias Fernando, ha sido un fin de semana agotador entre viajes y emociones, pero no lo cambio por nada.
    Poder estar juntos después de tanto tiempo, ver a los primos de todas las edades, conocidos y recién estrenados, como la familia crece, Marilo y Virgilio radiantes de felicidad...éso no tiene precio. Muchas faltas, la vida tiene ésas cosas.
    Quizás el ver las orejas al lobo en un par de ocasiones me ha convertido en una superdisfrutona, disfrutona ya lo era antes, o simplemente que soy una digna descendiente de los " Charlots" , lo he gozado en todo momento, gracias Ainhoa y Alejandro por conseguir juntar a esta cuadrilla de desarraigados.
    No lo vuelvo a decir, mi casa es la vuestra...no tardéis.
    Os queremos mucho familia

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  2. Cuanto quiero yo a mi prima "La Moderna". Besotes desde el corazón

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