lunes, 15 de julio de 2024

CAMPEONES DE EUROPA. SOY ESPAÑOL, ¿A QUÉ QUIERES QUE TE GANE?

He de reconocer que me gusta el fútbol, aunque para ser “progre” no debiera ser así, como otras tantas cosas. Y es que en algún momento me tendré que plantear ¿Qué coño soy? Y perdonadme la expresión.

Cada día voy descubriendo nuevas cosas en el “Manual del Perfecto Progre”, y estoy hecho un lío:

-          No puedes tener un perro de raza, porque te hacen sentir culpable de todos los abandonos o del tráfico de animales.



-          No se puede decir, si una persona comete un delito, dependiendo del carnet político que tenga, que si es un o una delincuente debe ir a la cárcel, porque es hacerte eco de los “bulos”, del “fango” o de toda esa retahíla de mantras que se han aprendido esa lacra que tenemos de políticos para soltar por los medios y las redes.

-           No puedes criticar a la justicia, que funciona como funciona, porque interesa a muchos que funcione así. Da igual que roben porque siempre habrá un tribunal o juez de su cuerda que lo dejará en la calle.




-          No puedes ser feliz, porque no se lleva, porque hay que ser un amargado, siempre quejándose de todo y de todos, siempre enfadado.  El progre no puede ser feliz

-          No puedes aportar soluciones, porque ¿quién eres tú para decir que se pueden hacer muchas cosas mejor? Si eres progre solo te puedes manifestar cuando toca, vamos cuando te dicen que hay que hacerlo.

-          No puedes decir que lees, y más determinados libros. Y, si ya comentas que un determinado libro te hace feliz, dependiendo de quién te escuche, ya es de traca.

-          No puedes ver determinadas series o películas. Y, si ya se te ocurre, decir que la mayoría de las películas de cine español no sirven nada más que subvencionar cosas que de por sí no existirían, porque no le gustan a nadie, pues ves rompiendo el carnet de progre.

-          Si comentas que el Día del Orgullo debe existir, te catalogan de…,

-          Si dices que se ha politizado tanto el tema que la fiesta del Orgullo ha perdido gran parte de su encanto, te catalogan de lo contrario.



-          Si comprendes que hay que atender a las personas que huyen de una vida miserable en el lugar donde nacieron, eres culpable de violaciones y delitos. Y que se debería perseguir el tráfico de personas y vigilar la verdadera entrada de emigración "ilegal" que son los aeropuertos.

-          Si dices que se debe regular y que no se puede tener a personas indocumentadas y sin trabajo dando vueltas por nuestras ciudades y pueblos, eres un racista perverso.



-          Si consideras que las leyes están hechas para los delincuentes o que los políticos las hacen a su conveniencia para manipularlo todo, eres un “facha”.

-          Te puede gustar el fútbol y alegrarte de los éxitos de la selección, pero solo porque es multirracial, multicultural y diversa, eso sí, hay que mover toda la maquinaria mediática para intentar hundir a determinados jugadores porque no militan en el equipo correcto. (Y sí, me estoy refiriendo a la campaña que se ha hecho con Morata, que a lo mejor no es un crack, pero alguna cosa buena hará en el fútbol, porque en todo lo demás creo que tiene una familia envidiable y es una buenísima persona en cuanto a lo que hace con los niños con alguna enfermedad, siempre está ahí).



-          Es incomprensible que para escuchar el himno de tu país sin que sea silbado haya que irse a otro país, que se reniegue de una bandera porque hubo una bandera cinco años en los últimos cuatro siglos, que esa si nos representa. Es cierto que no tiene importancia pero da una medida de lo becerros que somos.

-          Y claro que me gusta que en la plaza de mi pueblo se ponga una pantalla grande y la gente disfrute, pero me gustaría también tener las calles limpias y seguras.

 


Hace tiempo, llegué a creer en una sociedad justa e igualitaria, en que las personas serían cada día mejores, porque iríamos avanzando en derechos y en formación. Ahora tengo claro que eso fue una utopía, que quizá esa sociedad hacia la que yo creía que avanzábamos a partir de los años ´80s, ha tenido una deriva hacia un buenismo mal entendido, donde es más importante figurar que ser, donde la foto es más importante que el contenido, quedar bien antes que decir la verdad, o buscar y utilizar a los extremos a conveniencia. Una sociedad donde está mal visto leer, estudiar, y seguimos teniendo niños acosados en nuestros institutos. Ya si se te ocurre tener opinión propia o hacer observaciones críticas con lo progre, lo guay o lo fetén, te dirán de todo menos guapo.

Y ya el sumun es normalizar a personajes, que elegimos en base a unas promesas, luego nos dicen que han cambiado de opinión y lo han hecho por nuestro bien. Y que haya una parte de la sociedad que se lo cree, incomprensible, y digno de estudio sociológico.

 Hemos llegado a ese lugar en que nuestra sociedad también funciona como el futbol y nuestro equipo favorito, da igual como gane, mientras gane y no gane el otro. Somos una sociedad de forofos en todos los ámbitos, incapaces de analizar y decidir en base a las cosas buenas que nos aporte nuestra decisión.



Pues nada, que estoy encantado con que la selección española haya ganado la Eurocopa, pero me gustaría ver a tanta gente en la calle, también, a exigir nuestros derechos.

Y así nos va: Porque, también somos Campeones en listas de espera, en parados, en okupaciones, en gente que no puede acceder a una vivienda digna, en mentiras, en violadores, asesinatos por violencia de género o con los hijos, maltratadores, suicidios, ladrones, corruptos o malversadores, etc

Eso lo celebraremos otro día. Hoy nos toca celebrar que hemos ganado en algo bueno y que da buen rollo. Lo demás ya lo celebramos otros días, hoy toca disfrutarlo.

VAMOSSSSSSSSSSSSSSSS!!!

martes, 2 de julio de 2024

CUANDO ERA DIVERTIDO

 

CUANDO ERA DIVERTIDO.

La vida me ha regalado, no sé si por formación o por aprendizaje, un sentido de la ética grande. Y aquello que parece maravilloso, a veces se convierte en un problema, porque cada vez me va haciendo más selectivo.

Cuando hace más de 25 años comenzaba a dar los primeros pasos por las redes, ni podía imaginar hasta dónde podían llegar, en lo bueno y en lo malo.

He conocido a muy buena gente por estos lugares, a quienes puedo considerar amigos, y que por supuesto he trasladado a la vida real, pero he ido descubriendo una serie de personajes a través de los años, que cada vez me van dando más asco. No los voy a describir porque imagino que cada uno tendrá los suyos, es más, tengo el convencimiento que yo formaré parte de la lista de algunos de vosotros, en cuanto a persona odiosa.



Hace un tiempo me decía mi hijo, te cuesta mucho sonreír. Y me he dado cuenta que sí, me hace mucho más feliz estar rodeado de perros, como me pasó el domingo, que estar con alguna gente, entrar en determinados lugares de internet o leer a algun@s. Y, cuando uno detecta un problema, hay que solucionarlo, de eso trata la felicidad, de avanzar.



Siempre he pensado que las cosas se pueden cambiar, que el acceso a la cultura y la información harían que cada vez fuéramos una sociedad más culta y avanzada, pero según va pasando el tiempo me voy dando cuenta que el efecto es el contrario.

Ciertos grupos de Facebook, X o Telegram, se han convertido en un nido de analfabetos digitales que solo quieren llevar razón, y no sé si será mimético, pero a veces me veo reflejado en ellos y es una imagen que me disgusta mucho. 

El acceso a la información lo utilizan para darse la razón, no para informarse de la verdad. Es lo que antes denominábamos “cuñaos” pero elevados a la enésima potencia, que saben de todo y además lo intentan imponer basándose en no sé qué criterios. Y les da igual que el contenido que comparten vaya en contra de la razón o la salud, sean homófobos, xenófobos o vayan en contra de la libertad de culto o de expresión, algunas veces incluso desde perfiles no identificables, dónde se dedican a insultar o “trabajar” para unas determinadas ideas.



Por eso ha llegado el día de ir dejando lastre, simplemente porque no tengo necesidad de leer “necedades”. En otros ámbitos de la vida no me queda más remedio que aguantar, pero aquí se puede, con un click, ir quitando aquellas cosas que no me aportan nada más que crispación y odio.

Cuando hace un año decidía apartarme del ruido de la política, no sabía el peso que me iba a quitar de encima, ahora toca quitar un poquito más.

Todo al final ayuda a formarte como persona, pero sufrir por cosas que no tienen remedio, no es una actitud muy inteligente. Un año después. mi pueblo, que es el entorno cercano que más me interesa, sigue igual, nada cambia. Mi aportación no es importante, y los políticos según mi nimia opinión, al final, solo están en política por dinero, casi nadie lo hace por mejorar la vida de sus vecinos, lo hace por mejorar la suya propia.



Pues en las redes igual. Hay personas que lo utilizan para sentirse importantes y además se lo creen, y nada más lejos de la realidad. Aprendices de influencers, vendedores de todo, personas que intentan vivir de incautos. Pues para verlo y sufrir, como dicen en mi pueblo “¿pa qué?”.



Desde el convencimiento de que no yo soy tan importante como para que se me eche de menos en determinados sitios, y además teniendo la experiencia de que me sale hasta sarpullido cuando pienso que se me puede identificar con ciertas personas, me iré saliendo de aquello que no me aporte, iré bloqueando ciertos perfiles, y continuaré quedándome en aquellos lugares y con aquellas personas con quienes me encuentre bien. No sé si seré más feliz, pero por mí que no quede.

HABEMUS PAPAM, ¿Y?

  Ayer, con la parafernalia acostumbrada, con esa conjugación de ritos ancestrales “intra muros”, y modernidad en los fieles o curiosos qu...