“La vida no es lo que uno vivió, sino lo que recuerda” _
Gabriel García Márquez
Y, como voy teniendo ya una cierta edad, voy a contar la memoria de un puente de mayo en que hemos disfrutado muchísimo.
ALOJAMIENTO
Algo fundamental en la elección ha sido el Alojamiento. El
Hotel D. Manuel es sin duda uno de los mejores de Cáceres, céntrico, y admite
mascotas. Efectivamente cumple las expectativas; a un paso de la Plaza Mayor
y con cuatro estrellas no de postureo, efectivas. Es un hotel enorme, nos
alojamos en una Junior Suite muy grande, con vistas a la calle. Una cama, para “enfadados”,
de esas que te pierdes, con ropa de cama cómoda y confortable. Muy importante
para nosotros, poder conservar la insulina de Zyra, que el refrigerador
funcionara correctamente. Dos televisores, una zona de sofá y escritorio, y muy
bien aislada. El trato genial del personal de recepción, de limpieza y las personas que nos atendieron en la terraza para comer. Ya sé que diréis que cuando pagas el trato debe ser bueno, o que te tratan bien porque pagas, pero he de decir que el trato ha sido exquisito, tan bueno que ampliamos una noche más el alojamiento. Mis felicitaciones al personal.
Nos dejaron movernos con Zyra por todo el Hotel, excepto en
el espá y los comedores, obvio. Sí que pusieron a nuestra disposición una
terraza preciosa para comer, que utilizamos el día que llegamos para comernos
un “arroz con secreto ibérico y setas” de esos que quitan el sentido. Se paga, no
os quiero engañar, pero merece la pena.
Mis recuerdos de Cáceres se remontaban al verano del 1986, cuando hice esa “bonita” etapa de la mili que se llamaba “campamento” y “jura de bandera”. Que también he recordado en el Museo del Antiguo Gobierno Militar.
Hay que decir que en aquellos momentos había mejor combinación en
transporte público que ahora. Es poco comprensible que un Conjunto Histórico como
es el recinto amurallado de Cáceres, Patrimonio de la Humanidad y segundo mejor
conservado de Europa, esté viviendo en el constante abandono en cuanto a
comunicaciones. No solo vamos a echar la culpa al “bocazas” que nos ha tocado
ahora, es que a todos los que han pasado. parece que les importan los extremeños
y sus problemas de comunicación en transporte público muy poco.
Me ha parecido espectacular la
limpieza de la ciudad, ni una caquita, muy pocos papeles, todo el mundo echando
agua cuando su perro hace pis. Nos comentaban que es una combinación de
educación, limpieza y sanciones. Y doy fe que funciona. En educación creo que
todos los que pasamos por allí y venimos de otros sitios debemos ser todos igual de guarros,
así que sería importante revisar en nuestros puntos de origen las otras dos
patas. Un 10 en limpieza para la ciudad de Cáceres.
GASTRONOMÍA
Continuando con el tema comidas hemos comido en diferentes
lugares de la Plaza Mayor, ninguna pega con Zyra y bastante simpáticos todos en
general.
En el Pato, he de reconocer que fuimos un pelín tarde, aun
así, nos atendieron muy bien, faltaban algunas cosas de menú y hacía un pelín
de fresco, así que se agradecía que diera un pelín el sol en la terraza. La
comida muy correcta, unos Espárragos Revueltos con Jamón y Huevo de entrada y unas Carrilleras en Salsa muy ricas y un Bacalao con Costra muy correcto, buen vino en el menú y unos postres muy bien
presentados y muy ricos. El servicio quizá un poco lento, pero estando de vacaciones
hay que dejar el reloj en casa. Zyra en su línea de quedarse con el personal
nos hizo estar hablando mucho rato con nuestros vecinos de mesa, unos
Valencianos muy agradables.
En La Minerva, nos dejamos “captar por una relaciones” que
anda detras de los turistas, vendiendo las bondades de su
establecimiento. Y nosotros gustosos, a quien no le gusta que le quieran.
Tuvimos que esperar un poquito, nos ofrecieron incluso ponernos unas sillas
bajo el soportal mientras esperábamos, pero lo cierto es que estábamos
embelesados con el escaparate de una confitería de las de antes, con unos
dulces espectaculares, que después probamos, muy rico todo, en especial los “mojicones”, la Isa nos han dicho que se llama, si sois golosos no os lo perdáis.
De la Minerva no tenemos queja, aquí sí que comimos el menú del día y estaba
muy rico. Yo pedí unas Alubias Blancas y Paloma unas Migas con Jamón coronadas con un huevo espectaculares, incluso para uno que no es de Migas como soy yo. De segundo coincidimos en una carne de cerdo con
setas y patatas con un toque de Pedro Ximenez, muy bien cocinada. Los postres del menú, para quitar el hipo y
el vino muy correcto. Otro sitio muy recomendable, con un trato espectacular y
todos los camareros desviviéndose por Zyra.
Para terminar las reseñas culinarias, otro de los lugares en los que estuvimos en la Plaza Mayor, fue el Requeté, también optamos por el menú. Estuvimos un poco más incómodos, pero más por culpa nuestra que suya, porque un poco por las prisas de sentarnos, aunque nos ofrecieron esperar a otra mesa, estuvimos en ese incómodo lugar que pilla entre sombrilla y sombrilla, que hace entrar los rayos de sol como cuchillos y si intentas librarlo estás en una de esas posturas incómodas para comer. Compartimos unos platos al centro de una Tabla de Ibéricos, Queso y Torta del Casar y un Arroz con pescado muy ricos y de segundo comimos unas Patatas a lo pobre con Huevos estrellados y Jamón muy correctos, con un toque de Pimentón de la Vera que le daba un sabor especial. No bebimos vino por el calor y la cerveza correcta y fresquita como pedía el día. Los postres muy buenos, menos mal que hemos caminado mucho por el casco antiguo, porque podríamos haber vuelto rodando. Ninguna pega para comer con Zyra.
Los desayunos, no podía ser de otra manera los hicimos en “La Casa del Goloso". Un local, muy bonito, donde Zyra era bienvenida y con unas
tartas muy ricas.
ENCUENTROS
Un bonito capítulo del viaje fue el encuentro con Carmen y
Carmen, mamá y abuela de Babelita y Kora. Estamos metidos en algún grupo de Caniches
y son como los de niños del cole, pero sin niños. Hay muchísimas personas
metidas en ellos, con unos conectas, con otros no. Con Carmen ha habido buen “feeling”
desde el comienzo, por ser una persona natural, que cuenta las cosas de sus
perritos como son. A la abuela también nos apetecía conocerla después de
algunas referencias graciosas que había compartido Carmen en el grupo. Tiene
dos hembritas caniches preciosas que al lado de Zyra que pesa algo más de 5 kg
se ven muy pequeñitas. Un placer compartir un rato de una mañana con ellas.
Porque otra cosa muy importante de los sitios que se visitan es como son sus
gentes y, nosotros hemos encontrado mucha gente maravillosa en estos días. He
de reconocer que Babel es preciosa, pero me enamoró la cara de sinvergüenza que
tiene Kora. Un auténtico placer.
CASCO HISTÓRICO
En cuanto a la Cáceres monumental, nos ha sorprendido mucho y bien.
Fenomenalmente cuidada, no sé en cuanto a restauración de monumentos si han sido fieles a cómo deberían ser, pero para las visitas es correcto. Hemos podido acceder a casi todos los sitios
con Zyra, desde la Torre Bujaco a la Torre de los Pozos, pasando por la Casa
Museo árabe, la Exposición Fotográfica de Carlos Saura, el Centro de Divulgación de la Semana Santa, la Iglesia de San
Francisco Javier, la Casa Palacio de los Moraga y el Centro de Artesanía, el
Palacio donde se ubicaba el antiguo Gobierno Militar, otros muchos más, porque
a cada paso había una casa señorial, unos jardines o restos arqueológicos.
En conclusión, un viaje espectacular en cuanto a
gastronomía, riqueza cultural y gentes maravillosas. Y sobre todo, pudimos
hacer todo con Zyra, porque al final ella también forma parte de la familia.
Eso sí, hoy ya no quiere saber nada de nosotros, quiere descansar.
Excelente guía para visitar la ciudad con nuestros perritos, la voy a seguir al pie de la letra!!!
ResponderEliminarGracias
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