Hoy nos hemos despertado con mensajes en las redes respecto
a la sesión de investidura y, perdonadme, pero parece que nos hemos caído de un
guindo. ¿Tan necios somos?
Hoy todos nos sorprendemos preguntando que dónde está el
Rey. Parece ser que por fin nos hemos dado cuenta que el Rey y la familia real
son figuras meramente decorativas. Poco más. Quien conoce la historia sabe que
los Borbones, o son puteros, juerguistas y osados, o son calzonazos, también se
puede aplicar a las reinas, no penséis que es una característica de los
hombres, que ya tuvimos una que tuvo muchos hijos y uno de cada, menos de su
marido. Por esas razones se les concedió tan poco poder en la Constitución y,
hoy, no puede hacer nada el “preparao”, porque está atado de pies y manos.
Hoy todos nos sorprendemos de que se elija un presidente de
gobierno por el parlamento y el mercadeo de los votos, pero es lo que se lleva
haciendo casi 50 años. Nuestro sistema electoral es un fraude a los votantes,
consentido por los votantes. Tenemos españoles cuyo voto vale el doble que el
de otros. Pero esos que hoy se quejan han tenido posibilidad de cambiarlo y no
lo han hecho, porque en aquel momento el sistema les favorecía a ellos.
Hoy todos nos sorprendemos de que el poder judicial esté
politizado. Nos sorprendemos de que no sea independiente. Pero no se ha hecho
nada durante 50 años para remediarlo. Es impensable que un fiscal en España
haga lo que han hecho en Portugal y registre el despacho de un Presidente de
Gobierno. El Supremo y el Constitucional, no son nada más que instrumentos al
servicio de los partidos políticos. La justicia en nuestro país ni ha existido,
ni existe, pero no es cosa de ahora, no veo razón para rasgarnos las
vestiduras.
Hoy nos sorprendemos porque los españoles vamos a dejar de
ser iguales ante la Ley. ¿De verdad alguien se lo creía? ¿Somos tan ilusos de
pensar que desde el día de hoy dejamos de ser iguales ante la Ley? Todo aquel
que en su vida haya tenido un pleito se habrá dado cuenta que no, cuánto más
pasta tengas más “igual” eres. Y si ya comparamos la justicia que manda a la cárcel
a una persona que roba para poder comer, pero deja libre a aquellos que se
llevan la pasta en virtud de su estatus político, es para descojonarse de lo
ilusos que somos. Nuestro país es así, no es nuevo.
Hoy todos nos sorprendemos porque un personaje mentiroso y
manipulador va a ser Presidente de gobierno porque ha sido capaz de engañar a
los españoles que le han votado con decir que es un cambio de opinión, en aras
de la “convivencia”. Lo sorpresivo hubiera sido que una persona intachable
hubiera engañado para unas elecciones, pero un personaje con semejante
historial no debería sorprendernos. Lo sorpresivo es que nuestros políticos
hubieran creado una Ley que penara con la cárcel a aquellos que incumplen sus
promesas electorales o engañan a los votantes. Incluso nos sorprendería más si
un cambio de opinión de este calado fuera votado por todos los españoles.
Hoy todos nos sorprendemos, muchos se manifiestan, otros nos
cuentan lo que va a hacer la justicia, lo que va a hacer el Rey, los recursos y
las zarandajas. Pero hay una cosa muy clara: Hoy Pedro Sanchez va a ser
presidente porque puede y porque quiere. Porque no os engañéis, todos los políticos
que le podían hacer sombra son unos inútiles y se pierden en cogérsela con
papel de fumar, o piensan en su sueldo. Solo hay que ver esos que habían dicho
dentro del PSOE que si se hacía la amnistía dimitían. Miau que decimos los de
Madrid.
Existen soluciones, pues claro que las hay, pero a la casta
política no le ha interesado hasta ahora, ni le va a interesar en el futuro.
Pues eso, que llevamos muchos años en que no hay justicia, en
que los españoles no somos iguales dependiendo del territorio en el que nacemos
o la pasta que tenemos, en que la decencia en la casta política ni está ni se
la espera, que el Rey es una cara figura decorativa, y en que nos hacemos de
cruces algunos días que parece que nos vuelve la lucidez.
Somos como un anciano con Alzheimer que un día nos
encontramos en medio de un solar que no conocemos de nada y nos preguntamos
como “coño” hemos llegado aquí, y nos enfadamos.
Protestamos enérgicamente, organizamos actos,
concentraciones o manifestaciones pidiendo nuestros derechos, cuando somos los
responsables últimos de lo que ocurre, y no nos damos cuenta nada más que en
momentos puntuales. El resto del año nos importa un bledo, estamos tan felices
en la realidad esa, la que nos cuentan los medios y las redes.
¿De verdad hemos despertado?
¿De verdad se va a votar a partidos que cambién esto y se va a dejar de votar a aquellos que mientan o engañen?
No nos equivoquemos, seguiremos igual, porque aquí en España se vota estos porque son los "nuestros". Funcionamos como con los equipos de fútbol: No he visto a ningún forofo renegar de su equipo cuando gana un título después de que el árbitro se haya equivocado.
Somos así y no despertaremos nunca. Quejarnos se nos da de vicio pero a actuar, en las urnas, no hemos aprendido y dudo mucho que lo hagamos.
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