lunes, 25 de septiembre de 2023

WHAT THE FUCK!!! ¿ME ESTOY VOLVIENDO UN FACHA?

 

WHAT THE FUCK!!!

¿ME ESTOY VOLVIENDO UN FACHA?

Hace unos días, un periodista de estos que yo califico de opinadores y, que ciertos paisanos, califican como un periodista independiente, decía que aquellos que no vemos normal que en el Congreso de los Diputados se pueda hablar en otros idiomas, somos unos “fachas”.

Para mí, los distintos idiomas sirven para comunicarnos y considero absurdo, además de un gasto de tres pares de cojones que, hablando un mismo idioma, tengan que poner traductores. Porque no solo es eso, es que aquellos que vean un debate por televisión o lo escuchen por radio, del resto de españolitos de a pie, no nos vamos a enterar de nada. Generando más desafección de los ciudadanos.



Si yo sé hablar inglés, y un alemán sabe hablar inglés, cuando nos encontremos tomando unas cervezas en la playa, si nos queremos comunicar y descubrimos que hay un idioma común, lo lógico será que hablemos en él. Lo ilógico es buscar un traductor y pagarle la cerveza.

Hay muchos melones que se están abriendo en aras del “progresismo de pastel”, del postureo, de la foto y del voto. Porque solo es por eso, mercadeo y postureo.

Hace muchos años que algunos pensamos que nuestra Constitución necesita un repaso, que hay ciertas cosas que se hicieron deprisa y corriendo por evitar los “ruidos a sables” y a que los españoles pidieran algo más, y no se conformaran con el mal menor, que es lo que ocurrió en el 78.

El llamado Estado autonómico, ese híbrido entre estado centralizado y estado federal, no es nada más que un reino de taifas para ahondar en desigualdades en vez de potenciar lo que nos une, con regiones a las, que ir por ejemplo, en tren es una aventura.

Deberíamos desarrollar esos títulos de la Constitución que nos hablan de Sanidad o Educación Universal para tener una Sanidad y educación pública y estatal, centralizada, que garantice que es igual para todos.

Cosas incomprensibles, como que un diputado de Euskadi lo den 121000 personas y para un diputado en Madrid tengan que ser 180000 personas. Mira que le tengo asco a la famosa ley de Hondt, pero los españoles hemos rizado el rizo, eso de un hombre, un voto, pues depende de donde estés empadronado.



O que sería bueno que los españoles decidiéramos quien queremos que sea nuestro presidente en una segunda vuelta como en Francia y no tener que estar pendiente del mercadeo y de que unos pocos votos tengan secuestrada la opinión cambiante de ciertos políticos, al más puro estilo Marxista, pero de Groucho: “estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”, pero siempre revistiéndolo de “progresismo”. La despolitización, modernización e independencia de la Justicia, real y efectiva. El papel de la Corona, el cumplimiento de los programas electorales bajo pena de cárcel, porque se está engañando a las personas que han votado, o un largo etc.



Son cosas que hay que plantear y decidir todos los españoles, no los políticos de turno y sus ansias por gobernar a cualquier precio. Lo del idioma no es una necesidad, pero sí una concesión. Indultos o referéndums, no se plantean como algo que sea importante dentro de un estado de derecho, se plantea como concesiones a cambio de votos.

Lo cierto que, de este país ilusionado, tolerante, igualitario, comprensivo, disconforme, luchador, unido, progresista y demócrata, que un día soñamos muchos, cada vez estamos más lejos.



En fin, que voy añadiendo calificativos a mi curriculum. Por ser hombre ya, con la ley en la mano, soy machista. Por ser blanco, soy racista. Por vivir en un país europeo, soy xenófobo. Por ser heterosexual, soy homófobo y no sé cuantos "fobos" más, que la lista es larga. Ahora resulta que soy facha por querer que los diputados hablen en un idioma común a todos. 

Menos mal que tengo a esos periodistas “independientes” que me ayudan a descubrir como soy, si no fuera así, no sé qué iba a ser mí, ni del mundo que me soporta.

lunes, 18 de septiembre de 2023

EL ÚLTIMO DE LA CUADRILLA

 


Los más jóvenes no tendrán mucha idea de que chatear se decía cuando nuestros padres salían a tomar vinos y cañas.

Recuerdo con mucho cariño a la cuadrilla de mi padre: A Pascual, a Martín, a Diego, a Perico, a Paco, al Bayonero y a Francisco. Raro era el domingo en que no se juntaban a tomarse sus vinitos, a comentar su semana, a echarse unas risas o a arreglar el país.

Yo que era un crío a veces me pasaba por “Casa el Tío Puntilla” y me los encontraba ahí. Luego lo hacían extensivo y después de comer, coincidían viendo al Ciempozuelos si jugaba en casa, detrás de una de las porterías.

Lo cierto es que no eran nada más que una cuadrilla de amigos contándose sus cosas, casi todos eran chóferes, y no les hacía falta quedar por whatsapp para verse, siempre se encontraban. Hacían su ronda, unas veces más corta y otras más larga. Recuerdo el bar de Morita, el Berrocal que luego fue Chasquina y luego el de Rafita y Pili, el Paraiso, la Fonda, el Curro, Bautista, El Barato, donde Leal, el Pingüino, el Bar Madrid o donde Martín.

Ayer estuve despidiéndome de Francisco, era el último que quedaba ya de esa generación. Mis recuerdos de crío también eran especiales con él. Habíamos sido vecinos. Con Jesús y Perfe habíamos jugado en aquel callejón que nos parecía tan grande, a las chapas, al futbol, a las bolas, al escondite, al pilla pilla, o a subirnos al carromato de Perfecto. Juana Mari, amiga de mi hermana. Tardes de cumpleaños y regañinas que nos echaban las madres cuando nos saltábamos la tapia de la huerta si se nos caía el balón, con la típica frase de cuando venga tu padre verás. Son muchos recuerdos que rememoras en momentos así, momentos entrañables, con personas a quienes aprecias y quieres. Con quienes te sigues parando por la calle y charlando con ellos.

Se ha ido el último de ellos, si existe un cielo allí le esperarían ayer sus amigos para echarse unos vinos y mirarnos desde allí.

Un beso muy grande al cielo para todos ellos, y para nosotros, pensar que mientras los recordemos, siempre van a estar presentes entre nosotros.

Gracias por tu vida Francisco

jueves, 14 de septiembre de 2023

Vacaciones 2023

 


No sé si os ocurre a vosotros, pero a mí, en el día de salida de vacaciones me suelen pasar las cosas más extrañas. No digo malas, porque siempre las cosas se pueden subsanar, pero siempre se conjuran los astros para que algo me cambie los esquemas.

Recuerdo hace dos años, que el ascensor de mi bloque, que en 20 años no se había averiado nunca, se averió conmigo y con las maletas dentro, tuve que esperar una horita a que viniera el operario a sacarme, y terminar de bajar las maletas por la escalera.

Así que, viendo el ejemplo, este año miré el ascensor de reojo, me hice el valiente y pensé que no se iba a repetir. Y efectivamente acerté. Coche bien, maletas bien, personal perfecto y camino hacia Benidorm. Viaje muy bien, a pesar de ser comienzo de quincena. Todo según mis esquemas de persona cuadriculada que le gusta mantener el control sobre las cosas.

Siempre que vamos a allí alquilamos en el mismo edificio: Primera línea de Playa, mucha altura que es lo que nos gusta y unas vistas estupendas. Ya conocíamos el apartamento, planta 22 y reformado de hace dos años.

Si algo tienen que tener para mí las vacaciones es la rotura de esquemas, salida de la rutina y sorpresas. Y este año el destino nos tenía reservada la sorpresa a la llegada, y el apartamento de la planta 22 no estaba disponible por una avería y nos dieron uno en la planta 17.

Hasta ahí todo bien, pero cuando vimos la decoración que a los mismísimos Alcántara les hubiera parecido retro, nos miramos y no sabíamos si reír o llorar. Al final, el mobiliario en una habitación de playa termina siendo lo de menos, y más cuando la vida no la haces en el apartamento. 

                                           

A mí realmente lo que me gusta es la vista que es espectacular y si encima toca que haya luna llena y se puede ver el camino que dibuja el rielo de la luna sobre el mar, perfecto.

Por lo demás, las vacaciones han tenido cosas especiales, porque ha estado unos días nuestro hijo con nosotros. Nos hemos bañado más que lo habitual, aunque sigo echando de menos que pueda Zyra bajar a la playa con nosotros, y más viendo el número de cerdos de dos patas que sí pueden disfrutar del mar, pero bueno las normas están para cumplirlas, aunque sean injustas. 

Con Zyra estuvimos en una Peluquería canina que nos habían recomendado Lovely Pedigree, Paqui un encanto y lo más importante Zyra salió encantada. Recomendable 100x100 si alguien va con sus peludos a Benidorm

Hemos paseado muchísimo, hemos hecho muy pocas fotos, como es costumbre. Soy de los que piensan que los momentos se viven (y las cabezas se cortan).

Entre las cosas nuevas que hicimos fue visitar el Mercadillo del Pueblo, que me recordó al de Cabo de Palos hace 30 años por lo grande que era. También visitamos la Iglesia de San Jaime. Toda la vida subiendo al castillo y nunca nos había dado por entrar, allí vimos a la Virgen del Sufragio que está en una capilla a la entrada.

El entorno como siempre, estupendas vistas en el mirador, una estatua de un “cabezón” como decía un niño que paseaba por allí y, sobre todo, la compañía, el sentirnos bien. Tampoco necesitamos mucho para sentirnos bien.

Y muy importante, fui el campeón de Chinchón, no penséis que estuve dándole al anisete que os conozco. Es que cuando coincidimos de vacaciones solemos echar partidas de cartas al juego del Chinchón y este año he ganado yo.

Las comidas bien. Ha subido todo una barbaridad de precio, pero el Cebón con Verduras del Murciano, los Helados y Crepes del Picnochio y el Suflé del Monterrey no son negociables. 

Sí que se nota que las franquicias han aprovechado la crisis para ir acaparando locales, ya tenemos un Starbucks en el lugar de la cafetería a la que íbamos a desayunar que tenía unas tartas de fresa espectaculares, un KFC al lado de la entrada del garaje y un Pollo Popeye que es la po… que diría Little Nicky, en la esquina donde antes vendían calzado.

En cuanto a la lectura, aparte de los libros que tenía aparcados, he leído “Adiós, Pequeño” de Máximo Huerta. Es muy entrañable. Recomendable si quieres que se te remueva el alma, y muy recomendable para aquellos cuya vida va muy deprisa, convirtiéndose en una huida hacia delante. La paz muchas veces está en aquellas cosas de las que escapamos en nuestra juventud.

Me he sentido bien y me he relajado muchísimo en vacaciones. Un bañador, una camiseta, la mejor compañía, buena lectura y un entorno amable. 


La felicidad es disfrutar de las cosas sencillas

                                           

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Entre lo que pienso...

 


Aunque, al menos de momento comparta los enlaces, he sacado mis reflexiones lejos del ruido, la indudable falta de reflexión y la inmediatez de las redes sociales.

Algunos, aquellos que se queden solo con la perspectiva de ese que han leído por Facebook, y que siempre anda metido en todos los “fregaos”, a lo mejor se sorprenden. Pero como dice el título de esta entrada, a veces entre lo que pienso, y lo que al final entienden otras personas, hay muchas interpretaciones, y me gustaría alejar mis publicaciones del ruido, de lo que piensan unos, de lo que dicen otros, de aprovechando que “el Pisuerga pasa por Valladolid” hablar de lo suyo, porque tengo la sensación de que muchas veces las personas no tienen Facebook u otras redes sociales para leer y socializar, lo tienen para contestar y vomitar sus opiniones.

Así me encuentro a veces, con que hago una publicación y va a parar donde no habría sospechado nunca, rebotando entre sabios y ofendiditos de la vida. No sé cuando, en un mensaje de estos virales había una reflexión: 

"Twitter te hace pensar que eres sabio. Instagram que eres fotógrafo. Y Facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro"

Entono el mea culpa, porque formo parte de todo este berenjenal, pero llega un momento en que hay que parar, reflexionar y darse cuenta de lo que uno hace aquí. Que a veces resulta incómodo y deja de ser divertido.

De aquella persona, que empezó a pulular por las redes hace ya muchos años, a quien le gustaba sobre todo escribir y veía en las redes una forma de interactuar con las personas siempre buscando la concordia, la colaboración, la empatía, la generosidad y las risas, cada vez va quedando menos.

Podría echar la culpa al empedrado, pero creo que cada uno, al final, es responsable de lo que escribe y del volumen de lo que escribe, no puedo ponerme al mismo nivel que otros a quienes critico, no me reconozco.

Gilipollas ha habido toda la vida y como los buenos toreros hay que saber parar, templar y mandar.

Quizá, como todo en la vida, esta parte sea un aprendizaje, y me sirva para conocerme mejor y sobre todo ir conociendo el perfil de aquellos con quienes interactúo y saber con quién sí y con quién ni de coña.

Eso no quiere decir que deje de hacer críticas sobre lo que me rodea, sobre las cosas que veo mal en mi pueblo, sobre la política municipal o nacional, pero hay muchos pensamientos huérfanos que quiero compartir, y que últimamente tenía abandonados en un rincón.

Eso sí, aquellos a quienes no les gustan mis ladrillos, lo siento mucho por ellos.


HABEMUS PAPAM, ¿Y?

  Ayer, con la parafernalia acostumbrada, con esa conjugación de ritos ancestrales “intra muros”, y modernidad en los fieles o curiosos qu...