Los más jóvenes no tendrán mucha idea de que chatear se
decía cuando nuestros padres salían a tomar vinos y cañas.
Recuerdo con mucho cariño a la cuadrilla de mi padre: A
Pascual, a Martín, a Diego, a Perico, a Paco, al Bayonero y a Francisco. Raro era el domingo
en que no se juntaban a tomarse sus vinitos, a comentar su semana, a echarse
unas risas o a arreglar el país.
Yo que era un crío a veces me pasaba por “Casa el Tío
Puntilla” y me los encontraba ahí. Luego lo hacían extensivo y después de
comer, coincidían viendo al Ciempozuelos si jugaba en casa, detrás de una de
las porterías.
Lo cierto es que no eran nada más que una cuadrilla de
amigos contándose sus cosas, casi todos eran chóferes, y no les hacía falta
quedar por whatsapp para verse, siempre se encontraban. Hacían su ronda, unas
veces más corta y otras más larga. Recuerdo el bar de Morita, el Berrocal que
luego fue Chasquina y luego el de Rafita y Pili, el Paraiso, la Fonda, el
Curro, Bautista, El Barato, donde Leal, el Pingüino, el Bar Madrid o donde
Martín.
Ayer estuve despidiéndome de Francisco, era el último que
quedaba ya de esa generación. Mis recuerdos de crío también eran especiales con
él. Habíamos sido vecinos. Con Jesús y Perfe habíamos jugado en aquel callejón
que nos parecía tan grande, a las chapas, al futbol, a las bolas, al escondite,
al pilla pilla, o a subirnos al carromato de Perfecto. Juana Mari, amiga de mi
hermana. Tardes de cumpleaños y regañinas que nos echaban las madres cuando nos
saltábamos la tapia de la huerta si se nos caía el balón, con la típica frase
de cuando venga tu padre verás. Son muchos recuerdos que rememoras en momentos
así, momentos entrañables, con personas a quienes aprecias y quieres. Con quienes te sigues parando por la calle y charlando con ellos.
Se ha ido el último de ellos, si existe un cielo allí le
esperarían ayer sus amigos para echarse unos vinos y mirarnos desde allí.
Un beso muy grande al cielo para todos ellos, y para
nosotros, pensar que mientras los recordemos, siempre van a estar presentes
entre nosotros.
Gracias por tu vida Francisco
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